Sin lugar a dudas, Christina Aguilera es una de las mujeres con más fuerza. Ni Lady Gaga ni Britney pueden tener esa calidad de performance.
Si de llamar la atención se trata, Lady Gaga siempre está en el podio. Opina acerca de todo y lo demuestra en su arte, en su andar y en su ser. Pero lo que Gaga no tiene es, una vez más, lo que casi ninguna de estas chicas puede poseer.
Una voz potente, un estilo glamoroso, una carrera barajada desde el pasado y unos cuantos oponentes a los que no se molesta en responder.
Christina Aguilera es joven, pero es un tanto más sabia. Al menos cuando se concentra y no confunde las canciones en actos públicos de tanta importancia como el Super Bowl.
Dejando algunos traspiés detrás, ella es la gran voz de toda una generación.
Aguilera es versátil y no le teme a la experimentación artística. Le gusta divertirse y explorar las facetas que otras artistas no pueden ni quieren.
El escándalo de esta semana lleva el nombre de Rhianna. En la verde campiña irlandesa, la joven artista había encontrado la locación ideal para grabar el videoclip de su nueva canción We Found Love. Sin embargo, hacer topless en plena luz del día no es algo que le resultara gracioso al propietario de las tierras, quien se sintió profundamente ofendido.
Nadie podrá destronar a Madonna, ni Britney por más que haya resurgido de las cenizas, ni la brutalmente excéntrica y grotesca Lady Gaga.
Katy Perry es un caso aparte. Ella apuesta a componer canciones provocativas como "Ur So Gay" y "I Kissed a Girl", pero lejos de ser un canto al descontrol, esta muchacha lleva una vida tranquila. Aún no se acostumbra a estar casada, confesó en una entrevista publicada en La Nación, pero tuvo un hermoso gesto al donar su regalo de bodas en forma de dinero para el desarrollo de tareas humanitarias.
La espiritualidad no es algo banal para la admiradora número uno de Lady Gaga. Pero eso no significa que ella esté de acuerdo con todas las expresiones que mezclen símbolos sagrados con ideas de sexo, perversión o guerra. Katy busca provocar sin caer en el mal gusto o herir susceptibilidades.
Rhianna va un poco más allá, pero no parece tener intenciones de burlar el molde de femme fatale.
Por su lado, Christina Aguilera no pierde el tiempo. Aún le debe un disco a sus seguidores tras el fracaso de Bionic y ya está todo en marcha. Ella sí está preparada para ocupar el puesto que Madonna no va a dejar nunca vacío.
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